El concierto empezó cuando llegaron Iván, con su copazo de vino en mano, y su hermano Amaro. Con el primero al piano y el segundo a la guitarra (¿para qué más?) empezaron a tocar sus canciones.
Como dijo Iván, primero venía la parte moñas del concierto, donde toco canciones como 'Me toca tirar', 'Paraísos perdidos', 'Jet Lag' y 'Tristeza'. En esta primera parte, el público prácticamente no cantó, se limitó a escuchar a los Ferreiro.
Tras esa primera parte, llegó la 'zona sucia', tres canciones que sacaban lo peor del ser humano. Como dijo el gallego, en esta parte se puede llorar o sonreir. 'Extrema pobreza', 'Ciudadano A' y 'Farenheit 501'.
Y después de quitarse esa zona sucia, continuó con el recital. Con un público cada vez más entregado, nos regaló canciones como 'Mi furia paronica', 'NYC', 'Canciones para el tiempo y la distancia', 'Toda la verdad' o 'Rocco Sigfredi'. No faltaron temas de Los Piratas, nos sorprendió a todos tocando 'M' (que, según dijo, se la pidió alguien por Twitter), además de 'Santradenalina', 'Inerte' y 'Años 80'. El público estaba disfrutando, pero él también. "¿No hay hora para acabar, verdad?", preguntó al público.
Algo que no puede faltar en un concierto de Iván son las versiones. Versionó temas tan variados como 'Diecinueve' de Maga, 'Tierra' de Xoel López y 'Toxicosmos' de Los Planetas. Además de 'Insurrección' después de tocar 'Promesas que no valen nada', uno de los momentos más memorables de la noche.
Y poco a poco, el final del concierto se iba acercando, y como se suele hacer, nos dejó lo mejor para el final.
Empezó con 'Turnedo', donde a la voz de Iván la acompañó al unísono la de todo el público. A ésta, las siguieron 'El viaje de Chihiro' y 'Días azules'.
Y llegó 'El equilibrio es imposible', de nuevo acompañado por el público, nos deleitó con este clásico de Los Piratas.
Cuando terminó de tocar, se despidió e hizo el amago de marchar, pero los "otra, otra" no cesaron y, para poner el broche final, se despidió, entre aplausos y ovaciones, con 'Mi coco'.
Hasta la próxima, Iván.
Hasta la próxima, Iván.